Me comería el mundo o no.

0
512

¿Sabéis esas mañanas que os levantáis como si os fuerais a comer el mundo y cuando habéis terminado la rutina mañanera pensáis “bueno,si eso otro día”?
Me joroban mucho esas mañanas, odio esas mañanas, son las mañanas de la injusticia. Esas mañanas nuestro cuerpo nos hace ilusiones, como cuando va a llegar un día guay para ti, tu cumple o cuando tus hijos se van por fin de casa, que estás ahí emocionada pero después tus amigos no pueden quedar para tu cumple (vaya mierda de amigos) o tus hijos nunca terminan de largarse (otros que tal).
Yo hay días que me levanto y parece que por la noche unos duendes muy apañaos han estado reparando mis baterías, en plan mecánico de tu barrio, y las han dejado como nuevas. Esas mañanas, entre que amanece y no (que una es de madrugar, a veces demasiado) pues coges tu agenda y empiezas a mirar qué tienes para el día y a planear que hacer con los huecos libres porque como te has levantado on fire crees, ilusa de ti, que ese día te va a cundir la leche y que te vas a resarcir por todos esos días que pareces un ninja (eso que de pronto estás y al Segundo has desaparecido). Empiezas colando en la agenda cosas pequeñas, pero después te creces y metes en el mismo día ir a la compra (sin lista, que estamos subiditas) y quedar con esa amiga que no tiene un buen día ni aunque se lo fabriquen a medida y que siempre te dice que a ella también le pasa lo que a ti (reconozcámoslo, tenemos un punto masoquista muy fuerte). Esa es la película que nos montamos, en mi caso, ir a clase un rato y por la tarde pues darlo todo porque me he levantado mejor que en toda mi vida (incluso la etapa no esclerótica) y tengo el guapo subido.
El resultado, a las 12 del medio día y te descubres mirando al vacío, o peor a MHYV, que no sabes muy bien cómo pero cuando recuperas un poco la consciencia hay un tal “El Edu” (que no puedes identificar muy bien del resto de los “El” porque han salido todos de la misma fábrica y por lo visto solo tenían 1 plantilla ) que le está explicando a una tal “La Ana” (que es la versión chica que se hace en la misma fábrica) porqué no importa que se estuviera comiendo la boca con otra delante de las cámaras, porque a él la única que le interesa es ella (que en el fondo yo lo entiendo,cómo son todos iguales lo mismo se ha liado). Que en vez de estar explicando eso parece que estén haciendo una disertación sobre cómo se produce el proceso biológico natural por el cual una oruga, tras su periodo de internacionalización, se transforma en mariposa o cómo quitar la arena de los berberechos, pero no, te lo parece porque ves a la gente muy encendida ahí rebatiendo las hipótesis de “El Edu” pero es porque han entrado en bucle de lo insustancial.
A lo que iba, que una se levanta a la hora del panadero para darlo todo, como si viniera de una rave y puesta hasta las orejas y claro, a la hora de comer has pasado a la fase “ente”, esa en que no sabes si eres persona o has trascendido tú cuero (que está tirado en el sofá) y empezarás a trabajar solo con la parte de energía pasando hasta el culo de la vaina que es tu cuerpo. La verdad, tu cuerpo y el “ente” que lo habita tienen un plan, mientras te habías quedado pajarito se habían reunido y habían decretado una huelga general, se negaban ha hacer nada, que al principio yo pensaba que era un secuestro y se habían llevado mi cerebro porque no lo notaba en su sitio ( son las drogas que a veces cuesta que vuelva a reiniciar) y eso también podría explicar todo lo anterior, ahora que lo pienso.
El final de esta historia es que terminas con el tlf en una mano y la agenda abierta, son las 4 de la tarde y no has podido cumplir las expectativas de la mañana, así que las de la tarde ni las miramos, nos acurrucamos en el sofá y echamos la tarde sin levantarnos ni al baño (esto último es metafórico, yo tengo que ir, al menos cada 2 hora ms.