No nos llaman pacientes por que si, lo hacen a mala baba. Historia breve de la EM.

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Hay cosas curiosas en la EM que pocos se dedican a averiguar, y quizá si yo no estuviera estudiando psicología (si,amigos. Entiendo vuestra sorpresa dado lo que escribo por aquí) pues tampoco lo haría. Hoy me apetece contextualizar un poco a mi manera, ya sabéis, cómo se trataba a las personas con EM antes del S XIX (para los que os bailen los números romanos 19, yo he tenido que consultarlo). Hago el corte en el siglo XIX porque fue en 1868 cuando un señor francés llamado Jean-Martín Charcot quien dijo «¡coño,aquí pasa algo! y le dio por dedicarse a investigar que era lo que pasaba, seguramente no tendría amigos ni nada con los que irse de tabernas o a hacer baguettes y croissanes, o lo que sea que hicieran los del antes del año 1900 en Francia para divertirse, que la guillotina ya no se estilaba. Tampoco podía ir al Psicólogo porque aún no existían, y Freud tenía 12 años, no podía decirle que tenía un complejo de Edipo sin resolver, pasa a mi diván guapi.
Bueno pues hasta que llegó Charcot a decir, muy solemnemente, «Esto el algo que viene porque si, lo produce el mismo cuerpo y (aunque a mi me mola mucho porque me haré famoso por haber descrito por primera vez los síntomas), me da a mi que tenerlo es una mierda. Así que lo llamaremos Esclerosis Mierda» Después seguro que llegó el censor de turno y le dijo » Uan (con acento andaluz) quillo, que de mierda dicen por aquí que no queda mu científico, mira a ver de cambiarle el nombre,no la vayamo a liar, que despué lo tienen que leer lo alemane, que ya sabe como song» Y entonces llegó Charcot, que se ve que ya se había hecho un montón de merchandising  que ponía EM y pensó pues le llamamos Esclerosis Múltiple, si están jodidos por varios sitios (más de dos) y como era científico, después de una semana de complejos cálculos concluyó: dos o más = múltiple. Que vosotros que sois altamente inteligente esta simple ecuación  (2 o +∞ = múltiple ) la entendéis a la primera, pero aún queda alguno por ahí a quien se le resiste.
Pues antes de este señor, que tiene nombre de haber ganado 3 estrellas Michelín más que de científico, la EM que estaba sin identificar (no le habían tomado las huellas ni nada) se decía que era una «histeria femenina». Antes que los colectivos feministas se lancen a la calle a liarla y las mujeres de Femen se empiecen a despelotar, he de aclarar que era el S XIX y que cuando a una mujer le pasaba algo que no fuera parir, limpiar o aguantar los puñetazos como si fueran Mike Tysson, lo catalogaban como histeria y ¡que pase el siguiente!
Se daba el caso de que esta «cosa» (en la época no se conocía el nombre, pongámonos en situación) se daba más en mujeres que en hombres, bueno en eso no hemos avanzado nada (por suerte para ellos) y eso puede ser porque las mujeres tenemos una glándula que es la que se encarga de formar a La Guardia Pretoriana (las defensas) que se llama Timo (si no veis la ironía lo dejaré para otro post) y la histeria englobaba desde la depresión hasta la esquizofrenia, con lo cual tenían un abanico muy amplio de cosas que meter ahí, que no es como cuando enciendes la tele y por lo que sea te sale la Belén Esteban (en el Zapeando, por ejemplo) y piensas «ya está ahí la histérica esa», piensas eso y un montón de cosas más, pero nos quedamos con esa, no, era ya en plan esta mujer duerme colgada de la lámpara, lo mismo le pasa algo.
*Como dato anecdótico os contaré que para la histeria había una cura o más bien un tratamiento, que era la masturbación femenina (si, amigas. Ahí estaba el médico estudiando medicina, robando cadáveres de los cementerios para terminar de chapero) y fue uno de estos médicos, que se ve que era la hostia en lo suyo, quien dijo «estoy muy mayor para estas mierdas, me he empachado» e inventó el vibrador. Que por aquella época, el que podía comprarlo, lo tenía como un electrodoméstico más. Supongo que eso cambió cuando algún lumbrera vio peligrar la supervivencia de la especie y que la casa estaba que se iba de viaje.*
Claro está, como se catalogaba como una histeria femenina, a ver quien era el tío chulo que decía «esto… que resulta que estoy siempre cansado, a veces veo borroso y se me duermen las partes del cuerpo a lo loco, lo mismo me pasa algo, ¿no?» que los demás le decían «¡tu lo que eres es un vago!» o «ya está el afeminado ese quejándose, ¡cómprate unas enaguas, mujerzuela!».
Encima en esa época lo de las drogas estaba en pañales, teniendo en cuenta que las operaciones se hacían como el que va a ver un partido de fútbol, ahí todo lleno de gente vestida de la calle, fumando, tosiendo, con la higiene de la época, me sorprende que la raza humana no se extinguiera en ese momento, la verdad. Pues eso, no existían drogas que les facilitaran la vida más que el opio y estas cosas que para un viaje divertido, pues bien pero para los síntomas de la EM nos se yo que deciros, el SNC está muy escondido  (quizá si debió quedarse con el nombre de Esclerosis de Mierda) osea que era lo peor, tendremos en cuenta que la esperanza de vida de la plebe (que los que tenían pasta duraban más) estaba entorno a lo 45-50 años, con lo cual tampoco es que se alargara mucho la cosa, y podía ser que te llevara por en medio un catarro común, o una fiebre amarilla o el paludismo.
Por lo visto la EM es una enfermedad ancestral, como los Guerreros de Terracota o las pinturas rupestres, seguro que hay en alguna cueva alguna recreación de alguna escena de la vida cotidiana pintada por un esclerótico (seguramente será la que parece un borrón)  Y también será seguro que muchas de nuestras compañeras de fatigas de siglos atrás ardieron en la hoguera por brujas, porque vosotros imaginaros el cuadro con la inquisición española (que da miedo hasta ahora y a la que los Monty Python dedicaron la frase ¡Nadie espera a la inquisición española!) en plan «Padre Tadéo, que me han dicho que la hija del alfarero va diciendo por ahí que a veces ve doble, que se le duermen los miembros y a veces siente fuertes dolores y que no puede controlar su cuerpo», ¡esa iba a la hoguera fijo! (aunque quizás la inquisición española no sea buena comparación, que en este país nos gustan unas hogueras que no veas y puestos a quemar, pues quemamos a la esclerótica y decimos que era bruja, verás que risa) pero bueno también lo podemos extrapolar a los colonos americanos, que parecían falleros, es casi seguro que cuando a alguien se le escapara que la hija del herrero tenía los síntomas que conocemos pues alguno que otro dijera por lo bajini «la quemamos, ¿no? a ver si eso se pega o algo y terminamos todos igual»
Como podréis observar después de esta amena historia y aunque leyendo 1868 como inicio del reconocimiento de la EM como enfermedad de algún tipo (ya que se desconocía  y se desconoce al 100% el origen) que alguien se molestara en ver qué estaba pasando con esas señoras que decían que le pasaban cosas tan raras y que ni masturbandolas hasta el aburrimiento se les pasaba, es algo reciente. En ciencia los avances van a paso de carreta, por eso cuando se hacían grandes descubrimientos los hacían señores con un pie aquí y otro entrando en el otro barrio, porque la investigación es como ir a arreglar algún papel a tráfico, sabes cuando empiezas pero no cuando terminas, lo mismo llegas soltera y sin hijos a la cola y cuando terminas tienes al mayor ya en primaria y a tu marido o mujer queriendo presentarte a sus padres.
No nos llaman pacientes por que sí, lo hacen a mala baba.
Como siempre os dejo foticos para que os hagáis una idea de qué va la cosa.
Imágenes:
1 -> Charcot con una señora histérica y sus asistentes.
2-> El anuncio del doctor masturbador.
3 y 4-> Vibradores de la época (dan un poquico de miedo)
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