A gritos con la empatía.

0
857

conexion

¡Holas, artistas del genero libre! ¿Cómo fluye la cosa?
Llevo unos días en los que me rebota cual frontón la palabra empatía por mi cabeza, hay sitio así que nunca se cansa. He leído por muchos grupos la queja amarga de falta de comprensión por parte de la gente corriente, y algunas de las respuestas a x comentarios que, es posible que para uno sean una chorradilla, pero para esa persona es la llegada del apocalípsis con sus 4 jinetes la mar de bien arreglados. A partir de esa imagen tan guay, me empecé a preguntar, porque por lo visto no tengo nada mejor que hacer en todo el día, ¿la gente sabe lo que es la empatía?, no su definición, que doy por hecho que no, sino qué implica reclamar empatía a raudales por el mundo virtual y el analógico.
Vamos a lo básico, a la definición Empatía: 

1. f. Sentimiento de identificación con algo o alguien.

2. f. Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Así lo define la RAE, en principio nada que no se pueda comprender, en principio… Cunado tu, ser humano esclerótico que te sientes menos comprendido que una pelota de golf en una cesta de huevos, reclamas que la sociedad es poco empática con nuestro colectivo (cosa que yo no negaré) , te estás exponiendo a hacer una purga personal y ver cómo de empático eres con el mundo que te rodea, esclerótico o no (como estaréis observando este es un post de vamos a mirarnos un poquito a ver qué podemos hacer mejor) Hay un principio como ser humano que hay que empezar a interiorizar y es que no puedes pedir empatía, comprensión, apoyo, etc., si no la das. Si te quedas lamiéndote las heridas de tu último brote sin ver que eres un cojo en un país de cojos, es decir que aquello que a ti te tiene jodido tiene jodido al 90% de las personas de las que reclamas esa empatía pues estarás predicando en el desierto.
Hay que ponerse un post it en la nevera que nos recuerde aquello que nos pasamos la vida reprochando a los no escleróticos, a saber: que los síntomas no sean visibles no quiere decir que no estén (¡ojalá!)
Resulta paradójico, por no decir cómico, que queramos ser tratados como cualquier otro enfermo crónico pero, que debajo de la ropa llevemos el uniforme de Superescleróticos y que, al igual que superman, pues en cuanto nos dicen algo no procedente sobre nuestra enfermedad crónica nos abrimos la camisa para dejar ver nuestra imagen de marca (es un pájaro, es un avión, no espera que se ha sentado a descansar… ¡es un esclerótico! Nota mental: llevar ropa debajo de la camisa antes de abrirla a lo loco). Ya sé que resulta agotador el tener que estar permanentemente explicando qué, porqué, cómo y cuándo, es un coñazo insufrible, dan ganas de hacerse un publireportaje y ponerlo cuando te presentas, pero es la única manera de que la empatía aflore de vez en cuando, que tampoco es una ciencia exacta… habrá personajes que, aunque le expliques con marionetas de qué va lo tuyo, te seguirán diciendo que si es artrosis, osteoporosis, aluminosis… o cualquier cosa terminada en -osis que se les pueda ocurrir. Esto es referente a la gente esa normal que ni escleróticos ni na, ¡populacho!
En referencia a nuestro colectivo… también hay que darnos de comer a parte. Porque sí, somos pocos, somos raros, etc., pero hay, en algunos colegas, una competición para ver quien está más chungo que parece una mezcla entre «Los juegos del hambre» y «Este muerto está muy vivo», entrando en una competencia extraña de cuantas secuelas te han quedado para poder decir pues yo más. A mi, que en apariencia no se me nota (pero bueno, aparentemente no se me notan muchas otras cosas no relacionadas con la EM, también hay que decirlo) pues desde el mundo esclerótico y desde le plebeyo han dado por hecho que mi EM es poco menos que de los chinos, ¡mis ganas! lo que pasa es que me parece más chulo e inspirador, para mi y para los esclerozumbados que me leáis, que sepáis que aunque la cosa está chunga, no está perdida del todo y que si dejamos de escuchar a nuestro cuerpo y a la neurona que está intentando sobrevivir a los ataques escleróticos pues acabamos por convertirnos en bultos sospechosos sentados en un sillón. Y que hay una cosa que hemos de dejar clara desde ya: ser esclerótico es un trabajo a jornada completa, es decir, para ser un esclerótico autónomo, en la medida de lo posible (de los de independientes no de los de pagar a la seguridad social), hay que invertir mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucha pasta. Hay que hacer ejercicio (cada uno el que pueda) pero no vale de cualquier manera que después vienen las lesiones, hay que llevar una alimentación correcta, a que salir a la calle y que nos de el solecito, hay que entrenar a la neurona con lectura, sudocus, pensando como putear a alguien… hay que ir sorteando, cual esquiador los banderines, los pensamientos poco guays para evitar un conato de depresión, hay que descansar. En definitiva, hay que volver a conocerse, intentar no frustrarse, mirar a las personas con las que nos cruzamos con todo el amor posible aún sabiendo que, la mayoría, no se enteran de una mierda (y lo mismo no les interesa) y si es posible, pues caerse bien… ¡eso si es trabajo personal y emocional y no lo que enseña Elsa Punset!
Lo mismo esta entrada me ha quedado muy positiva, pero le echaré la culpa a las vacunas que me enchufaron hace unos días, a la sobrecarga muscular y al calor… lo de mi falta de criterio y el especial funcionamiento de mi mente, lo teníamos claro.

https://youtu.be/NPRnCZYQ-3Y