¿Estás mal? Pues yo estoy peor…

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facepalm

Hola, queridos esclerocolegas. ¿Cómo os trata la vida, bien o como siempre?

Esta vez voy a ponerme creativa con algo que desde hace mucho tiempo ya no me pasa a mí. No sé si es porque cada vez me junto con gente mejor o porque me estoy quedando sin amigos, sea cual fuere la razón, es de agradecer.

En esta ocasión le vamos a dedicar toda una entrada a los tan reconocidos comentarios de “eso a mí también me pasa y más que a ti” y he decidido hacer esta entrada por un Tweet que me lo ha recordado porque, sinceramente, a mí ya me da igual.

A quién de vosotros no le han dicho cuando se le ha ocurrido verbalizar alguna molestia lo de “Pufff. Eso no es nada, si yo te contara …” o un maravilloso “Yo estoy igual, tengo los huesos hechos polvo”… hay tantas anécdotas que se podrían escribir 3 enciclopedias Espasa Calpe y 5 Guías Michelín con ellas. Esto sí iba a ser un Best Sellers y lo demás tonterías.

Os tengo que decir que yo ya hace mucho que me hice un guion de respuestas que suelo utilizar cuando me salen con esas afirmaciones “de la vida es una mierda para todos” y de momento he conseguido que la gente me deje de decir esas frases tan tocanarices, y son las siguientes:

  1. Si estás tan chungo deberías ir al médico.
  2. Por tu bien espero que tengas EM.
  3. Lo mío no es de los huesos, es del cerebro (con esta se cagan 100 %).
  4. Poco me quejo para lo que debería.

Con este tipo de respuestas la gente se va recortando un poco y deja de hacer comparaciones sin sentido, porque lo que queda claro es que decirle a una persona con una enfermedad del tipo de la nuestra esas frases lapidarias de “lo de estar cansada es porque has descansado mal, lo mismo si cambias el colchón ya se te pasa” es como decirle a una persona que le falta un dedo de la mano que si se sopla en el pulgar seguro que le vuelve a salir (menos si es el pulgar, que ahí está jodido/a).

Lo más gracioso de todo esto es que la gente te lo dice para que te sientas mejor, y lo que de verdad sientes son ganas es de reanudar la búsqueda de lanzallamas en Amazon e impartir justicia divina a diestro y siniestro. Pero como somos escleróticas/os y no miembros de Los cazafantasmas, pues nos controlamos y nos pedimos otra caña para poder llevar con más alegría el hecho de que la gente (en general) da ánimos como la mierda.