¡Hola, fierecillas indómitas y escleróticas!
Sé que llevo mucho sin daros la paliza por aquí, pero como ya sabréis los que me seguís por las RRSS (los que no, os pongo falta, que lo sepáis) el pasado mes ha sido algo intensito, por no decir una mierda como el sombrero de un picador, que se aproxima más a la realidad.
En este post os voy a contar mi aventura con el INSS y la consabida visita al tribunal médico para la incapacidad laboral (me agoto solo de escribirlo) que, como ya sabréis, me han denegado y ahora estamos en vías de recurrir, claro está. Soy una persona con pluripatologías y muy mala leche, así que que se agarren los machos porque ¡se van a cagar!
Bueno, os cuento mi visita exprés al tribunal: Tardé más en pasar por el arco de seguridad de lo que tardó el señor médico en valorarme, ya os lo digo. Si le preguntan de qué color llevo el pelo no te sabe contestar de lo poco que me miró. Resulta que, cuando los X-Men no están rodando películas, por lo visto trabajan para el INSS (que quede claro que me gustaría llamarles SS, pero lo mismo alguien se confunde y se lleva una decepción porque no trato el tema que le interesa), pues eso, que por lo visto allí trabajan los X-Men porque es la única explicación razonable para que después de una estancia en consulta de menos de 10 minutos, eso sí, me puso la mano en la rodilla (para evaluarme no de modo lascivo) y solo con eso me dijo que tenía artrosis. Salí de allí pensando que ese hombre estaba perdiendo dinero, ya os lo digo. Al final salí de allí con esta valiosa aportación «debes perder peso porque las mujeres altas como tú (mido 1’70 cm, no os vayáis a pensar que soy Amaya Valdemoro) sufren de las articulaciones inferiores».
Para más guasa, en mi informe del neurólogo especialista en EM, (no un neurólogo cualquiera que se dedica a diagnosticar de todo sin ton ni son), se especifica que tengo una EM secundaria progresiva con lesiones inflamatorias. De ahí que cuando me broto cual margarita en primavera no aparezcan lesiones nuevas porque son las que ya hay, (que son unas hijas de fruta) pero este médico, al ser de los X-Men y poder ver mis articulaciones con tan solo usar sus manos, decidió diagnosticar que era una remitente-recurrente (¡un portento de señor!) basándose en que en la última reso no había lesiones nuevas. En realidad tampoco es que las necesite, solo tengo 5 y ya me están jodiendo a nivel profesional. Y no es cuestión de estar pidiendo más rotos en el cerebro, ¿no?
Por si no fuera suficiente el informe que le llevé en el que pone (firmado por una neuróloga) que no estoy en condiciones de realizar una labor profesional debido a mis múltiples patologías, (que no es que me quiera librar por una simple esclerosis múltiple cutrosa, no) le llevé una petición de interconsulta hecha por mi neurólogo especialista, (que por lo visto es un dramático) en la que pone que tengo los valores ANA muy altos y que el sistema inmune está ahí trabajando como si fuera a comisión, y que solicitaba valoración al reumatólogo por posible nueva enfermedad autoinmune. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? A mí, ya os digo que con cara de emoticono flipado.
Ya sé que tengo pinta de salud, pero es todo fachada, es como la felicidad de los influencers de Instagram, disimulando las mierdecicas del día a día. En realidad mantenerse de una forma decente con este tipo de enfermedades puede ser un trabajo a jornada completa, porque entre visitas médicas, el descanso que nos pide el cuerpo, hacer algo de ejercicio para evitar quedarse palo… ¡así no hay forma humana de compaginar el trabajo con la salud!
También he llegado a una conclusión de esas raras que se me ocurren a mí, ya sabéis lo que pasa, entre que tengo el cerebro roto y que soy de ideas peculiares… ¡se masca la tragedia! La conclusión es esta: si desde la Sanidad Pública se insta a los pacientes crónicos a ser responsables de su salud, y a mantener un buen estilo de vida para que la calidad y autonomía del enfermo, sobre todo en personas jóvenes, sea la mejor posible y el mayor tiempo posible, con el fin de no hacer tanto gasto sanitario ¿por qué no facilitan ese proceso?
Porque está claro que hay personas con enfermedades crónicas tipo hipertensión, diabetes, etc, que con un buen estilo de vida (dieta, deporte, control por profesionales) les permite llevar una vida normalizada durante muchos años o toda la vida. Entonces, ¿qué pasa con las personas que para llegar a ese objetivo de calidad de vida necesitamos todo nuestro tiempo? Es decir, necesitamos nuestras horas de descanso y de sueño (que no son lo mismo), un nivel bajo de estrés tanto laboral como emocional para evitar una activación de las secuelas o que se produzcan nuevas lesiones, necesitamos tiempo para el cuidado físico, ya sea haciendo algo de deporte como yendo a rehabilitación, logopedas, etc. Necesitamos tener una buena alimentación lo más completa posible y con productos saludables que nos ayuden a controlar las subidas de peso producidas por ciertas medicaciones… Concretando, si a los que lo precisemos no nos facilitan el tiempo y los medios para llegar a ese objetivo y nos incorporan a hacer cosas para las que ya no estamos capacitados, el resultado será personas jóvenes con muchas patologías, que generan mucho gasto farmacéutico y que se deterioran más deprisa de lo que lo harían si contaran con medios o tiempo para dedicar a su salud.
No olvidemos que la esperanza de vida en pacientes con EM es la misma que en personas sin ninguna patología diagnosticada, la única diferencia es que empezamos a ser una carga para el sistema sanitario antes que el resto de la población.
Os dejo esta preciosa tonadilla que varios seguidores y amigos me han enviado al enterarse de la denegación de la incapacidad. Un clásico, ya sabéis. 🙂
Bueno os estuve viendo por el directo de instagram, y espero que volváis a repetir…
Explicarte por aquí más detenidamente mi experiencia con el INSS: llevo diagnosticada 2 años de los cuales estuve de baja desde el principio (soy auxiliar de enfermeria), el propio INSS me tuvo el tope (2años) de baja y él mismo inicio mi incapacidad permanente, sin yo hacer nada… La verdad es que tenía y tengo informes de sobra (cosa que no les valió del todo), en dos años tuve 7 brotes y llevo ya 3 tratamientos distintos (que ahora el último parece estar haciendo efecto), el lado derecho afectado y ya con dolor crónico, se me caen las cosas de las manos, la pierna me falla, no puedo conducir, caminar más de 500 metros sin parar a descansar ya ni hablemos, etc, etc. Pues me llega la carta y me retiran con el 55% con la total, es decir, que consideran que no puedo trabajar de mi profesión pero sí de otras… y nada que ver con la realidad, qué más quisiera yo que trabajar… así que abogados, pagar para demostrar lo que realmente tienes… en una crueldad… Un abrazo.
Te invito a que le eches un vistazo a mi blog: http://www.myesclerosismultipleyyo.blogspot.com
Hola Jessica, te he visto por el directo ?. Si es que lo hacen para que te rindas… en vez de facilitar que nos mantengamos bien, al final somos personas con pluripatologías por atención inapropiada… Sólo decirte que no te desanimes, que el camino es largo pero la meta es importante. Un abrazo. Nos vemos por las redes!